No necesitas estrategias avanzadas para transformar tu cuerpo

estrategias avanzadas

Pensamos que la respuesta a obtener nuestras metas es algo misterioso o complicado, y que entre más complicado sea, más efectivo será. ⁠

Confundimos complejidad con efectividad.

Pero las cosas no son así.

Las cosas no tienen que ser complicadas para que sean efectivas.

Para transformar tu cuerpo necesitas consistentemente poner en práctica los fundamentos, fundamentos que probablemente ya conoces:

Los fundamentos anteriores no son un secreto ni son nada mágico.

No llaman la atención.

Pero los fundamentos son precisamente los que necesitas practicar una y otra vez. Son los que todos necesitamos.

¿Qué es lo que sucede?

Nos desesperamos porque los fundamentos se ven demasiado, pues… básicos. Se ven aburridos.

¿Cuándo comienza lo “divertido”?

¿Dónde están las superestrategias?

¿Dónde están las técnicas secretas que ahora sí me darán resultados?

En el lado de la alimentación, podríamos hablar de conceptos y estrategias como:

En el lado del entrenamiento, podríamos hablar de:

  • Esquemas de periodización
  • Tipos de series (pirámide, clusters, drop sets…)
  • Entrenamiento de densidad 
  • Método descanso y pausa (rest-pause)

Conceptos y estrategias avanzadas como las anteriores son útiles e importan, pero vienen después… mucho después (si es que alguna vez llegan).

Esta es la cosa: los fundamentos siempre funcionan. Son la base que sostiene todo.    

Sin una sólida base de los fundamentos, cualquier otra cosa que intentes se desmorona. Será imposible seguir mejorando.

Por ejemplo, si aún no perfeccionas la técnica de la sentadilla con tu propio cuerpo (o con poco peso) y aumentas mucho la carga que levantas, tu técnica se desplomará.

O si aún no posees la habilidad de preparar y comer verduras el 95% del tiempo bajo las condiciones habituales de tu vida, casi no las comerás cuando tu rutina diaria cambie o cuando pases por episodios de estrés.

¿Qué tan buenos son tus fundamentos?

Si ya tienes “buenos” o “decentes” fundamentos, siempre puedes seguir (re)aprendiéndolos y mejorándolos.

Reflexiona:

  • ¿Qué tan sólidos son tus fundamentos?
  • ¿Puedes mejorarlos aún más?
  • ¿Qué tan deliberada es tu atención y esfuerzo al practicarlos?
  • ¿Puedes ponerlos en práctica el 90% del tiempo? ¿El 95%?
  • ¿Puedes seguir practicándolos cuando la vida se pone complicada? ¿Cuándo tu rutina diaria cambia? ¿Cuándo tienes menos tiempo de lo usual? ¿Cuándo tienes poca energía? ¿Cuándo estás estresado?

La meta es convertirte en un experto de los fundamentos, en ser muy muy muy bueno en ellos.

Cuando deliberadamente los practicas día tras día, y los mejoras y los mejoras, los fundamentos te darán los resultados que buscas. Asegurado.

Que la seductora apariencia de estrategias “avanzadas” no te desvíe de lo que realmente importa. Resiste la tentación de irte por ellas, rara vez (o nunca) las necesitarás.

Esta lección la aprendí mediante errores: usar estrategias avanzadas fue una de los principales fallas que cometí conmigo mismo y con mis primeros clientes. No caigas en la misma trampa.

Mantén una mente de principiante

Cuando te has expuesto a los mismos conceptos múltiples veces (como la importancia de comer suficientes frutas y verduras, de descansar y recuperarte óptimamente o de tener una buena técnica en los ejercicios), piensas algo como “ya me sé esto”. Lo descartas y continúas la búsqueda de algo nuevo o “avanzado”.

Cuando pensamos que estamos por encima de los fundamentos, cuando sentimos que somos suficiente avanzados para enfocarnos en ellos, es cuando dejamos de progresar.

En budismo Zen existe el concepto de shoshin que significa “mente de principiante”.

Acoge esta mentalidad. Piensa como principiante: aborda los fundamentos con una mente abierta, con curiosidad, como si fuera la primera vez que los practicas. Experimenta con maneras de seguir mejorándolos y perfeccionándolos.

Tal vez descubres diferentes maneras de preparar y cocinar verduras que no solo saben mejor, sino que toman menos tiempo y te permiten comerlas incluso cuando estás ocupado.

Tal vez te percatas que tu calidad de sueño no es la mejor, y haces ligeros cambios en tu rutina de dormir que facilitan una recuperación óptima.

Tal vez te das cuenta de que puedes mejorar algunos detalles de tu técnica en la sentadilla que te permiten incrementar tu fuerza y además prevenir lesiones.

El principiante siempre practica los fundamentos.

Solo así podrás convertirte en experto.

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4 comentarios en “No necesitas estrategias avanzadas para transformar tu cuerpo”

  1. Muy bueno Guillermo, además la mente de principiante vale para todo en la vida, estar siempre dispuesto a aprender y no dar nada por sabido.
    Un saludo.

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