Esfuérzate relajadamente: por qué esforzarte demasiado te impide lograr tus metas

esfuerzo

Empeñarte demasiado en lograr tus metas hace más difícil obtenerlas. Por suerte, hay dos soluciones.

Impacientemente quieres bajar de peso y es más probable que la báscula no se mueva.

Te esfuerzas demasiado en dormir y es menos probable que te quedes dormido.

Desesperadamente quieres conseguir una pareja lo que solo ocasiona que posibles prospectos se alejen.

El psiquiatra Viktor Frankl lo puso de esta manera: una intención excesiva hace imposible lo que uno desea lograr a la fuerza.

En otras palabras, cuando hay una hiperintención de lograr algo, o no lo obtienes u obtienes lo opuesto.

La hiperintención surge cuando todo tu ser se empeña en lograr esa meta, cuando tu bienestar y autoestima depende de lograrla.

Tomemos el ejemplo de perder peso o de obtener el “cuerpo ideal”.

Piensas que cuando obtengas ese cuerpo ahora sí estarás en paz, estarás completo, podrás ser feliz.

Te esfuerzas y te esfuerzas, cuentas calorías a la perfección, nunca tomas alcohol, tomas este y este otro suplemento, intentas esta y esta otra dieta…

Gran parte de tus pensamientos giran alrededor de lograr aquello que tan desesperadamente buscas:

No puede ser, por más que trato, no avanzo.

¡Ya quiero llegar!

¡Ya! Pierde peso, pierde peso, pierde peso…

Demonios, otra vez la báscula no se movió. ¡Argh!

Quieres someter a tu cuerpo a tu control, a que responda como tú quieres al ritmo que tú quieres… pero nada sucede.

Con esta mentalidad, no progresar al mismo grado que tu esfuerzo lleva a estrés, al enojo, a la frustración, y, paradójicamente, a no lograr aquello que buscas.

¿A qué se debe la hiperintención?

Al miedo.

 

El miedo y tus metas

La hiperintención y el miedo van de la mano.

Alguien tiene miedo de siempre tener sobrepeso (y de lo que eso significa para él o ella), por lo que se impacientemente se esfuerza para evitar su estado físico actual.

Tiene miedo a no dormir y se empeña demasiado en lograrlo.

Tiene miedo a estar solo, por lo que se esmera excesivamente en tener una pareja o amigos.

La paradoja es que, en las palabras de Viktor Frankl, el miedo provoca lo que uno teme.

En corto, el excesivo esfuerzo para alcanzar algo, usualmente basado en miedo, rara vez funciona.

Por suerte, hay soluciones.

 

Primero, piensa en lo que SÍ quieres lograr 

El enfoque detrás de la hiperintención está centrado más en evitar algo, que en lograr algo (evitar tener sobrepeso, evitar estar despierto toda la noche, evitar estar solo…)

Toma el enfoque opuesto: piensa en lo que SÍ quieres lograr.

Por ejemplo, en lugar de decirte “no quiero tener sobrepeso”, dite “quiero quemar grasa y verme y sentirme mejor”.

En lugar de decirte “no quiero tener insomnio”, dite “quiero dormir bien, descansar y sentirme con más energía”.

Piensa en términos positivos.

 

Segundo, confía en el proceso

Cuando solo te enfocas en la meta, una parte de ti se quiere saltar el proceso, constantemente estás pensando en llegar ya. Pero al desviar tu atención del proceso, la meta nunca llega.

Establece metas, pero después sácalas de tu mente, olvídate de ellas. Que alcanzar esa meta no te consuma y que tu bienestar no depende de lograrla.

Mejor enfócate en acciones diarias. Al hacer esto, tu meta eventualmente llegará como un efecto secundario.

Esfuérzate, sí, pero como me gusta decir: esfuérzate relajadamente.

Quítate la presión de encima.

Ve un día a la vez. Enfócate en lo que harás hoy y despreocúpate de lo que todavía no llega.

 

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2 comentarios en “Esfuérzate relajadamente: por qué esforzarte demasiado te impide lograr tus metas”

  1. Profesor Guillermo, reciba un cordial saludo desde Venezuela. Como siempre sus artículos y comentarios son excelentes. Muy acertado su comentario de esta semana, de alguna manera y sin temor a equivocarme, todos hemos experimentado en algún momento ese «miedo» del que usted nos habla en su articulo. Gracias por compartir sus saberes.

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