Por qué ya no tomo leche de almendra (y cuál leche vegetal recomiendo)

leche-de-almendra

Muchas personas buscan un sustituto a la leche de vaca ya sea por cuestiones de intolerancia, alergias, ética, sostenibilidad o simplemente por querer un sabor diferente. 

Para ello recurren a las leches vegetales. 

Nutricionalmente hablando, no tienen nada de especial. Son agua con algo de sabor y fortificadas con algunos nutrientes como vitamina D, calcio y B12.

Pero, otra vez, las leches vegetales rara vez se buscan por su valor nutricional.

Se buscan como un líquido que se pueda usar de forma similar a la leche de vaca. Por ejemplo, yo las uso para hacerme licuados de proteína o para preparar avena. 

Y la leche vegetal a la que más se recurre es la leche de almendra. 

Sin pensar mucho en ello es a la que yo recurrí cuando opté por disminuir mi consumo de leche de vaca. Era la más promovida, la encontraba en cualquier supermercado y tenía un decente sabor. La compro. 

Pero ya no la recomiendo (ni tampoco a las almendras o cualquier otro producto hecho a base de ellas).

Por una simple razón: comparado con otras leches vegetales, la leche de almendra tiene un alto impacto medioambiental. 

Por qué no recomiendo la leche de almendra

Uno de los elementos de mi definición de una alimentación saludable es que sea sostenible. 

Y es cierto que, en general, los alimentos de origen vegetal tienen un menor impacto que los de origen animal.

Pero las almendras son una excepción. 

Y son la excepción en específico por la exorbitante cantidad de agua que requieren para cultivarse. 

Un análisis de 21 estudios concluyó que:

Las alternativas basadas en plantas a los productos lácteos son menos contaminantes y demandan menos recursos en todos los aspectos excepto en […] el uso del agua en la producción de almendras.

La leche de almendra emite la mitad de gases de infecto invernadero que la leche de vaca, pero requiere desde 3 hasta 30 veces más agua.1fuente

Se estima que producir una sola almendra en California –de donde vienen el 80% de las almendras del mundo– requiere de 12 litros de agua.2fuente, fuente

De estos 12 litros:

  • 6.2 litros son de irrigación (lo que se le conoce como agua azul), 
  • 5.1 litros son por contaminación de agua potable (agua gris) y 
  • 0.7 litros son de lluvia (agua verde)

La suma de estos tres tipos de agua es lo que se le conoce como huella hídrica.

huella hídrica de almendras
Fuente: Fulton et al. (2019)

En otras palabras, 11.3 de los 12 kilos (el 94%) usados para el cultivo de almendras es agua extraída y contaminada. 

Y California, así como gran parte del mundo, tiene un problema de suministro de agua. 

Para poner las cosas en perspectiva, comparemos las almendras con otros alimentos:

  • Producir un kilo de almendras requiere alrededor de 10,240 litros de agua.

Podrías pensar que esto hace a la carne de res peor que las almendras. 

Pero no necesariamente. 

Lo que importa aquí no es tanto el agua total usada, sino de dónde viene. 

Si la carne de res es de libre pastoreo, prácticamente toda el agua viene de la lluvia, el caso opuesto de las almendras.3fuente

En otras palabras, a diferencia de las almendras, la carne de res de libre pastoreo no extrae agua ni la contamina. Aunque si la carne viene de un sistema intensivo de producción, el escenario sería similar al de las almendras. Y hay otros sistemas que están en un punto medio. 

Ahora, el problema de las almendras no es solo su intensivo uso de agua, sino otro aspecto requerido para su cultivo: abejas. 

Alrededor de 60% de las abejas comerciales en Estados Unidos viajan a California cada primavera para polinizar almendras.4fuente 

Y se estima que desde el 2006 cada año que mueren 30% de ellas, alrededor de 50 billones.5fuente

Según el investigador Nate Donley “es como mandar a las abejas a la guerra. Muchas no regresan”.6fuente

Y si hay menos abejas, hay menos comida.7fuente, fuente

La potencial causa de sus muertes es la industrialización del delicado proceso natural de polinización en el que se depende de pesticidas y monocultivos, y en el que las abejas están expuestos a enfermedades por parásitos. 

Mientras que otros cultivos también requieren de abejas –como manzanas, moras azules y melones– las cantidades usadas no se comparan. En el caso de la manzana, por ejemplo, se usa solo el 10% de la cantidad de abejas usadas en el cultivo de almendras. Además, las abejas no se concentran en una región geográfica a la vez lo que reduce su exposición a enfermedades y pesticidas. 

La demanda por leche de almendra sigue incrementando, pero las abejas no pueden mantener el paso.8fuente

Por estas razones importa aprender acerca de dónde viene nuestra comida, aunque sea un poco.

Entonces, ¿qué leche vegetal tomar? 

Por suerte, tenemos opciones. 

Como primera opción recomiendo a la leche de avena. Tiene un bajo impacto medioambiental y sabe bien.9fuente

Como segunda opción está la leche de soya. Al igual que la de avena, tiene un bajo impacto medioambiental y además tiene una decente cantidad de proteína.10fuente No te preocupes, si no tomas un litro diario, no alterará tus hormonas.11Una preocupación es que la soya provenga de zonas deforestadas del Amazonas, aunque no me meteré en eso aquí

Otra buena alternativa es la leche de cáñamo (hemp), aunque aún no es común de verla en los supermercados. 

¿Y la leche de coco? 

La recomiendo minimizar. El coco crece en un número limitado de zonas geográficas lo que ha llevado a deforestación y amenaza un alto número de especies para satisfacer la demanda global.12fuente

Y si buscas alternativas al fruto seco de la almendra, están la nuez pecana, nuez de Castilla, nuez de Brasil, nuez de macadamia, pistaches y cacahuates.

El cambio es relativamente fácil de hacer.

La leche de almendra no tiene nada de especial en comparación con sus alternativas. 

leches vegetales sostenibles

El panorama completo 

Ningún alimento tiene cero impacto en el medioambiente (al menos que cultives y caces tu propia comida). 

Tenemos un impacto solo por existir y hacer uso del planeta Tierra. 

No buscamos eliminar el impacto (no es posible), sino minimizarlo. 

Dado que el tema de una alimentación sostenible es complejo y matizado, dar recomendaciones concretas no es sencillo. 

No pretendo tener todas las respuestas, aunque hago un esfuerzo por simplificar, en lugar de confundir y abrumar. 

El primer paso para hacer a nuestra alimentación más sostenible es comer menos animales y más vegetales sin importar qué animales y vegetales estemos consumiendo ni cómo se produjeron. 

Por ejemplo, un primer paso puede ser reducir el consumo de leche de vaca y sustituirlo por cualquier leche vegetal. 

El segundo paso es considerar alimentos específicos. 

Y para guiar y facilitar nuestras decisiones podemos usar el principio de Pareto: 

¿Cuáles son el 20% de los alimentos más consumidos que causan el 80% del impacto?

Y en este 20% nos enfocamos.

Aquí entran el atún, el salmón de granja, el camarón y la carne (en particular la de res), cada uno por diferentes razones.

Y entre los alimentos vegetales se encuentran las almendras. 

Como siempre, no dejes que la perfección te detenga de hacer un pequeño cambio a favor de tu salud o el medioambiente. 

Haz lo que puedas. 

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4 comentarios en “Por qué ya no tomo leche de almendra (y cuál leche vegetal recomiendo)”

  1. Me surgen dos dudas… yo llevo una alimentación sin carne y la nutrióloga pone en mi plan constantemente la leche de almendras, ¿por qué crees que figura tanto esta leche en mi plan y cuál de las que mencionas (avena, cáñamo, soya) podrían ser el equivalente de la de almendras? Definitivamente esta información me hace tomar medidas y no consumir más la leche de almendras.

    Como siempre información super interesante, muchas gracias por el detalle de la información. Me encanta y aprecio mucho lo que compartes ¡Muchas gracias!

    1. Hola Alejandra,

      La más probable razón por la que figura en tu plan es porque actualmente es la leche vegetal más popular y rara vez se cuestiona de sus aspectos medioambientales. Se asume que por ser vegetal tienen un bajo impacto (yo antes asumía esto).

      Y en cuanto alternativas a la leche de almendra, cualquiera funciona como un equivalente: avena, cáñamo o soya. No importa mucho cuál sea. Prueba las tres y ve cuál te gusta más, o altérnalas. 😉

  2. Buenas tardes Guillermo. En el norte de Argentina, específicamente en la Pcia. de Sgo del Estero, se ha desforestado con el fin de utilizar los terrenos para la Soya. Y de esta manera cumplir con las demandas (en especial de China). Yo creo que actualmente, siempre te encontrarás con las problemáticas de sostenibilidad medioambiental. A veces es «hilar muy fino». Me interesan mucho tus artículos y tu mirada holística del entrenamiento. Abrazo!

    1. Hola Dany. Sí, en Brasil lo mismo. Como menciono en el artículo, no hay ningún alimento que no tengo ningún impacto medioambiental, al menos los producidos convencionalmente y que encuentras en el típico supermercado. Lo malo es que es casi imposible saber exactamente cómo se produjeron los alimentos que nos ofrecen, aunque hay algunos en los que nos podemos dar una buena idea, como en el caso de la almendra. Con la soya es más difícil. Por eso me enfoco en los pocos alimentos que tienen el mayor impacto, sabiendo que nunca será perfecto. Un abrazo. 🙂

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