Por qué no debemos comer el 99% de la carne

carne

Somos una especie omnívora, no hay duda de eso.

Evolucionamos comiendo carne, un alimento rico en nutrientes que no encontramos en otras fuentes y que además permitió, junto con cocinar con fuego, el desarrollo de un cerebro más grande sin el que hubiera sido imposible convertirnos en la especie que ahora somos.1fuente

Nutricional y evolutivamente hablando, deberíamos de comer carne.

Sin embargo, hemos llegado a un punto en el que no podemos hablar de la nutrición de una forma aislada sin considerar el impacto que nuestras decisiones alimenticias tienen en el planeta.

Actualmente, la manera en que producimos el 99% de la carne que consumimos significa tres cosas:

  1. Un desastre medioambiental
  2. Un riesgo a nuestra salud
  3. Un acto de crueldad

Pero parece que estos hechos no fueran conocimiento común puesto que la seguimos comiendo.

Una breve historia del consumo de la carne

Nuestra especie evolucionó como cazadores-recolectores con una dieta moderada/alta en proteína animal, rica en tallos fibrosos y hojas, con fruta, y con pocos cereales y tubérculos. Después de la revolución agrícola hace alrededor de 12,000 años, lentamente cambiamos a una dieta monótona con casi nada de carne y dominada por carbohidratos (cereales, tubérculos, legumbres); dieta que se mantuvo en la antigua Roma y Grecia hasta la Edad Media.2fuente No fue hasta principios del siglo XX que abruptamente iniciamos otra transformación dietética, en la que predominaron tres cambios: la introducción y excesivo consumo de alimentos ultraprocesados que colisionan con nuestra biología,  el acceso a una mayor variedad de frutas y verduras, y el gradual, pero rápido, aumento en el consumo de carne.

Después de 12,000 años hemos regresado a consumir cantidades de carne para las que nuestra biología está adaptada.

Si solo analizamos los últimos 50 años, el aumento en el consumo de carne ha sido así:

Carne= res, pollo, puerco. Fuente
Fuente

La gran diferencia entre el Paleolítico y ahora es que antes habitaban solo 50-100 cazadores recolectores por kilómetro cuadrado, mientras que ahora vivimos en ciudades donde la densidad poblacional puede llegar a 28 mil, 21 mil, 11 mil y 6 mil habitantes por kilómetro cuadrado en Mumbai, Paris, Nueva York y Ciudad de México, respectivamente.

Para cumplir con las demandas de carne de la creciente población mundial, tuvimos que cambiar la forma en la que la obtenemos. En el Paleolítico la carne venía directamente de la naturaleza, era cazada; la carne moderna viene de una fábrica, de una línea de producción que hasta cierto punto es indistinguible de la línea de producción de un automóvil. Es carne «industrial».

En estas fábricas animales miles de animales están secuestrados en almacenes donde apenas y pueden moverse, y donde son alimentados dietas antinaturales de cereales y leguminosas –una dieta equivalente a una dieta de Twinkies y brownies en humanos–.

El 99% de la carne que encuentras en un típico supermercado y en el típico restaurante, viene de estas factorías animales.3Cifras basadas en datos de Estados Unidos: fuente principal, fuente, fuente, fuente

Esta forma de producir la carne ha disminuido considerablemente el precio de producirla, lo que explica el aumento de su consumo a nivel global. Lo que antes era un lujo en muchos países, ahora es algo de todos los días.

El mayor acceso a la carne tiene sus beneficios; en particular, ha ayudado a disminuir la prevalencia de malnutrición a nivel global. A pesar de este beneficio, la manera en que actualmente la producimos tiene grandes consecuencias.

Consecuencias ecológicas de la producción de la carne

Algo es correcto cuando tiende a preservar la integridad, estabilidad y belleza de la comunidad biótica. Es incorrecto cuando tiende a lo contrario.
La ética de la tierra, Aldo Leopold

Si uno se preocupa por el medio ambiente, uno se debe de preocupar por comer carne.

La agricultura animal, o mejor dicho, las fábricas animales, contribuyen substancialmente al cambio climático, a la degradación de la tierra, a la contaminación del agua y a la pérdida en biodiversidad.

Actualmente usamos alrededor del 40% de la superficie terrestre para agricultura. Dieciséis millones de kilómetros cuadrados son destinados para cultivos, área que equivale al tamaño de Sudamérica, y 30 millones de kilómetros cuadrados para pastizales, el tamaño de África.4fuente, fuente, fuente, fuente

Desde 1700, el crecimiento en el uso de la tierra para la agricultura ha sido exponencial. Hemos transformado más paisajes naturales en tierra para cultivo y pastizales desde la Segunda Guerra Mundial hasta ahora que durante el siglo dieciocho y diecinueve combinados.5fuente

Área usada para cultivos

Los números ejemplifican porcentaje de utilización para cultivos.

Área usada para pastizales

Los números ejemplifican porcentaje de utilización para pastizales. Fuente

De la tierra usada para cultivos, el 55% es usada para cultivar cereales y un 20% para cultivos de aceites vegetales, principalmente de soya –en contraste con solo 8% usado para frutas y verduras–.6fuente

¿Y para quien va la mayoría de estos cultivos?

Para animales producidos intensivamente: el 38% de los cereales y el 53% de aceites vegetales se usa para alimentarlos, alimentos que ni siquiera son parte de su dieta natural –en Estados Unidos, el porcentaje de cereales cultivados para animales de granja alcanza el 70%–.7fuente

Un tercio de la superficie terrestre es usada para la agricultura animal

El equivalente a toda Asia cubierta por cultivos y pastizales para animales

Este hecho no viene sin consecuencias.

La expansión de la agricultura animal intensiva ha ocurrido a expensas de ecosistemas naturales. Durante los 90, cada año perdimos el equivalente a un área cubierta de bosques del tamaño de Portugal.8fuente

Los efectos han sido especialmente devastadores en América Latina. En solo 6 años (de 2000 a 2006), 1.89 millones de kilómetros cuadrados fueron deforestadas en la Amazonia, un área ligeramente más pequeña que México.9fuente Imagina a todo México deshabitado para usarse como pastizales y para cultivos de soya para alimentar al ganado. De hecho, a partir de 1970 el 91% del área deforestada en la Amazonia fue usada para agricultura animal.10fuente Lógicamente, solo la carne proveniente de ahí contribuye a la deforestación.

Estado de Rondônia, una de las áreas más deforestada en Amazonia. El área deforestada creció 16 veces desde 1978 al 2003. Fuente

Afortunadamente, la velocidad de deforestación anual en la Amazonia se alentó por un 70% del 2004 al 2014. Sin embargo, no aprendimos la lección: la deforestación ha incrementado otra vez en los últimos dos años. La salud del bosque aún no es nada seguro.11Gracias a una mayor imposición de la ley, mayor eficiencia en producción de res, a restricciones en el acceso a préstamos, a la expansión de áreas protegidas, entre otros. La explicación completa aquí: fuente, fuente

Otra consecuencia de la agricultura animal es su efecto en la calidad de la tierra. Alrededor de 40% de los campos de cultivo mundiales presentan un grado de erosión, lo que disminuye la fertilidad de la tierra y afecta la calidad del agua (por razones que vemos más adelante).12fuente

Por último, la agricultura animal intensiva significa menos biodiversidad. Diez por ciento de las especies del mundo presentan algún grado de amenaza debido a la pérdida de habitat ocasionada por la agricultura animal.13fuente Un caso notorio es el del buitre dorsiblanco bengalí, que ahora se encuentra en peligro crítico de extinción cuando antes era considerada una de las aves depredadoras más abundantes del mundo. ¿La causa de su pérdida? Toxicidad ocasionada por comer aves de granja tratadas con antibióticos (los antibióticos también ponen en peligro nuestra especie, pero me estoy adelantando, ahorita llegamos a eso).

Del ave depredadora más abundante del mundo a estar en peligro crítico de extinción.

Además de sus efectos en la tierra, la agricultura intensiva animal agota el suministro de agua fresca y degrada su calidad. Hablando de cantidad, el 26% del agua fresca usada en Estados Unidos se usa para la irrigación de cultivos destinados a crear el alimento de animales de granja (otra vez, alimento que ni siquiera deberían de comer).  Esto significa que se requieren 15,000 litros de agua para producir un kilo de carne.14fuente, fuente 

Y debido a que la agricultura intensiva incrementa la erosión, se facilita la filtración de nutrientes (principalmente nitrógeno y fósforo provenientes de fertilizantes y estiércol) y químicos (léase: pesticidas) al agua subterránea, arroyos y ríos, que después terminan en el océano. Es decir, por un lado degrada el agua fresca que tomamos y, por otro, afecta los ecosistemas marinos.

La agricultura (animal y vegetal) es la fuente principal del exceso de nitrógeno (N) y fósforo (P) en las costas, donde la vida marina es más concentrada.15fuente Este exceso de nutrientes causa un rápido incremento en las poblaciones de plantas acuáticas y alga (que se alimentan de N y P), que a su vez secuestran gran parte del oxígeno disuelto en el agua y forman las llamadas “zonas muertas”, zonas donde la concentración de oxígeno es tan baja que los animales marinos no pueden sobrevivir.16Si te interesa, este video lo explica muy bien.

Debido a la agricultura el número de zonas muertas se ha duplicado desde los 60, área que ahora abarca alrededor 245,000 kilómetros cuadrados de los océanos del mundo, equivalente al tamaño del Reino Unido.17fuente A pesar de que este problema es tanto de la agricultura animal como vegetal, la contribución de la carne industrial es sustancial dado que entre el 40 y 70% de los cereales y legumbres cultivados se usa para producirla.

Dos de las zonas muertas más grande del mundo, la primera en el Golfo de México y la otra en el Mar Báltico. Crédito de imagen: National Geographic (Jeff Schamltz, NASA)

Junto con las zonas muertas, otra fuente de pérdida de vida marina es la pesca para alimentar a gallinas y puercos. ¿Qué? ¿Desde cuándo comen pescado? Así es, el 25% (!) de la pesca mundial es destinada hacia alimento de estos animales, cifra que debería de ser 0%. Esto es 33 millones de toneladas de pescado, cantidad que podría usarse para alimentar a toda la población de Estados Unidos y México durante un año.18Asumiendo que cada persona consuma 150 gramos de pescado cada día. fuente

25% de la pesca mundial es usada para alimentar animales de granja

Esto es 33 millones de toneladas de pescado, cantidad que podría usarse para alimentar a toda la población de Estados Unidos y México durante un año. 

Si uno quiere más peces en los océanos, tanto para comida humana como para mantener la belleza de los ecosistemas marinos, lo más fácil es dejar de comer carne producida intensivamente.

Por último, tenemos la degradación del aire y sus efectos en el cambio climático. El 14.5-18% de las emisiones de gases de efecto invernadero son atribuidos a la agricultura animal, cifra que excede las emisiones producidas por transportación (14%).19fuente, fuente. Otros investigadores consideran que 18% es una cifra conservadora, estiman que las emisiones debido a la agricultura animal son el 51% de todas las emisiones a nivel global.

Entre los distintos gases, el sector agrícola animal emite:20fuente, fuente

  • El 65% de óxido nitroso. Este gas tiene 275 veces el potencial para calentamiento global (GWP, global warming potential) del dióxido de carbono (CO2). Es decir, 1 millón de toneladas de óxido nitroso equivalen a 275 millones de toneladas de CO2. Visto de otra manera, en un lapso de 20 años, el óxido nitroso retendrá en la atmósfera 275 veces más calor que el CO2. El óxido nitroso resulta del uso de fertilizantes en campos para alimentar al ganado, y del estiércol que estos producen.
  • El 37% del metano (89 veces el GWP del CO2), proveniente de la fermentación entérica de rumiantes (vacas, cordero, cabra, ovejas).
  • El 9% de las emisiones de CO2, la mayoría debido a la deforestación creada para pastizales y cultivo de la comida de los animales. Con menos árboles, la Tierra no puede limpiar tanto CO2.

Si pensamos en el uso de combustibles fósiles, el ecologista David Pimentel calculó que alimentar a una vaca con maíz (que requiere fertilizantes y pesticidas hechos a partir de petróleo) para que llegue a su peso máximo requiere alrededor de 284 galones de petróleo. Este consumo se podría disminuir en un 50% si la vaca consumiera su dieta natural: pasto, que solo requiere la energía gratuita del sol.21fuente, fuente

Visto de otra manera, un kilo de res tiene un impacto similar a 15 litros de gasolina, o manejar 153 kilómetros en el auto promedio.22fuente, fuente, fuente

Según algunos investigadores, si seguimos produciendo carne en fábricas animales a este ritmo (cuya implementación se espera que siga creciendo en países en vías de desarrollo), será imposible cumplir con el Acuerdo de Paris y frenar el calentamiento global.23fuente, fuente, fuente

El 14.5-18% de las emisiones de gases invernadero vienen de la agricultura animal

Si seguimos produciendo carne en fábricas animales a este ritmo, será imposible frenar el calentamiento global. 

De acuerdo al concepto la ética de la tierra, al no “preservar la integridad, estabilidad y belleza de la comunidad biótica”, la producción del 99% de la carne es incorrecta.

La carne es barata porque los costos se pasan hacia nosotros, no en la etiqueta del precio, sino en riesgos en nuestra salud, en menos suministro de comida, en menor acceso a agua limpia, y en la inhabilidad de disfrutar de la naturaleza y de apreciar muchas de las belleza que este planeta nos ofrece.

Desde esta perspectiva, la carne barata no sale tan barata.

Nuestra salud en riesgo

Si uno se preocupa por su salud, uno se debe de preocupar por comer carne.

Los animales criados intensivamente consumen dietas antinaturales y viven en espacios diminutos en condiciones antihigiénicas que promueven enfermedades infecciosas, por lo que se les da antibióticos de manera preventiva. ¿Desde cuando los antibióticos se usan para prevenir infecciones? Sirven para tratar infecciones, no para prevenirlas.

Globalmente, el 73% de los antibióticos se usan para la crianza de animales, no para tratar a humanos.24fuente, fuente, fuente 

Este uso indiscriminado presenta una amenaza a la especie humana al crear bacterias resistentes a antibióticos, las cuales salen de las granjas y van al agua, al polvo y a la misma carne del animal. Entre más se usan antibióticos, mayor la presencia de bacterias resistentes a estos.

Dada la creciente demanda de carne, en especial en países en vías de desarrollo, se espera que el consumo de antibióticos a nivel global crezca por un 67% para el 2030, y que se duplique en Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.25fuente 

Esto es de alarma: en los últimos 10 años las infecciones resistentes a antibióticos han incrementado, algo que nos acerca más rápido a un futuro con antibióticos que no curan. En este futuro cualquier pequeña infección tendría el potencial de matarnos.26fuente, fuente, fuente, fuente 

La banalidad del mal en el consumo de carne

La opción de alimento más ecológica, es también la opción de alimento más ética.
Dan Barber

Si uno se preocupa por evitar sufrimiento innecesario, uno se debe preocupar por comer carne.

El aumento en la eficiencia y productividad de las fábricas animales nos ha dado carne barata, no solo a expensas del medio ambiente, sino del bienestar de los animales. 

Cabe recalcar que la crueldad no está matar a animales en sí, es un acto natural en todos los escalones de la cadena alimenticia. No hay nada cruel en cazar a un venado que vivió una vida de acuerdo a sus tendencias naturales, o en matar a una gallina que vivió al aire libre, que formó lazos sociales y que comió su dieta natural.

Pero esto no es lo que hacemos. La crueldad está en cómo hacemos a los animales vivir. Los privamos de que vivan de acuerdo a su naturaleza.

Si hablamos en términos de magnitud y severidad de sufrimiento generado a otro ser vivo, consumir pollo está en lo más alto de la lista: 60 mil millones de gallinas viven y mueren terriblemente cada año.27fuente 

Treinta mil gallinas viven atiborradas en almacenes sin ventanas en los que cada gallina dispone de un espacio menor a una hoja de tamaño carta, espacio que les impide moverse sin empujar a otras gallinas, mucho menos abrir sus alas. Es como si un humano viviera la mayor parte de su vida en un elevador lleno de gente sin poder mover sus brazos y piernas.

Gracias a selecciones genéticas, estas gallinas crecen 4 veces más rápido que las de 1950 consumiendo solo un tercio de la comida. Si las comparamos con gallinas de libre pastoreo modernas, el pollo industrial llega a pesar 50% más en la mitad del tiempo (6 semanas).  Esta velocidad de crecimiento permite que su músculo y grasa crezca más rápido que sus huesos, destinándolas a deformidades esqueléticas y dolor crónico. Esto sería el equivalente a que un niño llegara a pesar 120 kilos a los 9 años.28fuente, fuente 

Fuente. Crédito de imagen: Vox.com

El destino de los puercos industriales es similar: crecen encerrados en jaulas de cemento y acerco sin la posibilidad de salir al pasto; ni siquiera tienen una cama con paja para acostarse. Y al igual que las gallinas, también llegan a pesar 50% más en la mitad del tiempo (22-24 semanas vs 1 año) que su contraparte que vive al aire libre.

A las que peor les va son las puercas que se les hace tener camada tras camada de crías lo más rápido posible. Su vida se reduce a ser máquinas de reproducción. Cuando están preñadas, viven en jaulas diminutas, casi de su mismo tamaño, sin siquiera poder voltear su cuerpo. Solo pueden pararse y acostarse en el mismo espacio.29La Unión Europea ya prohibió el uso de estas jaulas.  Cuando nacen los cerditos se les cortan (sin anestesia) las colas y dientecitos, con el fin de que no muerdan las colas de sus hermanos, algo que no sucedería si vivieran al aire libre. Después de dos semanas, son separados de sus madres y se envían a la zona de engorda. En la naturaleza estuvieran con su madre al menos 9 semanas, pero hacer esto es menos productivo: se necesita que la madre se embarace otra vez.

Si se nos hace cruel hacer esto a perros, ¿porque lo hacemos a los puercos? Un animal que es igual (o más) inteligente que el mejor amigo del hombre.

En comparación con la producción de puercos y gallinas, la de las vacas es menos alarmante. Los becerros pasan alrededor de 6 meses con sus madres al aire libre donde pueden pastar. Pero después de los primeros meses de vida, el becerro es separado de su madre y transportado a una unidad de engorda donde se espera que llegue a los 270-360 kilos en 6-10 meses, comiendo principalmente pasto y forraje (mas no pastando libremente). Después de llegar a este peso, se trasladan a otra unidad donde reciben una dieta intensiva de cereales para llegar hasta 500 kilos en otros 5 meses. En corto, una vaca producida de manera intensiva llega a su peso final en 1 año, cuando tardaría cerca de 3 años si pastara libremente.

Cuando las vacas reciben la dieta intensiva de cereales, acumulan gases en el rumen que no pueden liberar, y desarrollan un estado crónico de hinchazón (imagínate todos los días sentirte como si hubieras tomado un galón de Coca-Cola). Los gases se pueden acumular a tal grado que pueden causar muerte por sofocación.30fuente

La solución de los agricultores a este problema son los antibióticos. De hecho, el Dr. Mel Metzen, un veterinario entrevistado por Michael Pollan, comentó que sería imposible engordar intensivamente a una vaca con maíz sin usar antibióticos.

¿Por qué no mejor se les da una dieta natural? Porque así se gana menos dinero.31Mis descripciones solo son la punta del iceberg; no hacen justicia a todo lo que ocurre dentro de las fábricas animales. Si te interesa leer más sobre el tema te recomiendo Eating Animals y The Ethics of What We Eat.

Casi todos estamos de acuerdo en que deberíamos evitar sufrimiento innecesario a los animales, pero esto es precisamente lo que hacemos cada vez que compramos carne industrial. No sostenemos el machete, pero pagamos para que alguien más lo haga.

Lidiamos con esta disonancia cognitiva al no ligar la carne en nuestro plato con el animal que nos la proveyó y con la inhumana manera en que este fue matado.32fuente

No queremos saber o simplemente lo ignoramos.

“Buenas” y ordinarias personas se pueden acostumbrar a actos de crueldad simplemente porque son cotidianos –lo que la filósofa Hannah Arendt llamó la banalidad del mal–, y porque están escondidos de nuestra vista.  No somos personas crueles, solo actuamos de acuerdo a lo que “el sistema” o “la industria” ha puesto ante nosotros sin pensar mucho en sus consecuencias.

No dudo que futuras generaciones pensarán acerca de nuestra actual producción de carne como nosotros actualmente pensamos acerca de la esclavitud.

¿Cómo vamos a alimentar al mundo?

Ciertamente no de la manera en que lo estamos haciendo ahora.

Las fábricas industriales pueden estar incrementando la producción de carne a corto plazo, pero a expensas de pérdidas a largo plazo de los recursos de la Tierra; recursos que, irónicamente, necesitamos para producir nuestra comida. Estamos dando pasos para adelante para después dar dos (o tres) hacia atrás.

¿El planeta será capaz de aguantar la carga ambiental a la que la estamos sometiendo y al mismo proveer carne industrial para 10 billones de personas?

Investigadores como Vaclav Smil y McMichael argumentan que sí. Según sus cálculos, podemos mantener el mismo modelo de producción animal y alimentar a la creciente población mundial. Necesitaríamos dos cosas:

  • Aumentar eficiencias y reducir desperdicios de las fábricas animales (disminuyendo el impacto medioambiental que tienen), algo que está en manos del gobierno y los agricultores, y,
  • Disminuir nuestro consumo de carne, algo que está en manos de nosotros.

Es necesario disminuir nuestro consumo a 15-30 kilos de carne al año por persona, o 40-80 gramos de carne al día, y que no más del 50% del consumo diario venga de res, la carne que tiene mayor impacto medioambiental. Como referencia, recuerda que Estados Unidos consume en promedio 70 kilos de carne al año y México 40 kilos. Se estima que si todos los habitantes del mundo comieran como un estadounidense promedio, necesitaríamos a 3 planetas Tierra.33fuente 

Máximo 80 gramos de carne al día
Lo que necesitamos comer para frenar el calentamiento global

El equivalente a una pequeña pata de pollo 

En suma, tenemos que disminuir nuestro consumo de carne en un planeta en el que la tendencia es que su consumo siga aumentando mientras incrementa la población mundial y los ingresos per capita. Se espera que la demanda mundial de carne aumente 30% en el 2030 y 55% en el 2050.

Esta reducción en el consumo de carne a máximo 80 gramos diarios es una buena estrategia que cómo mínimo todos deberíamos de cumplir.

Pero no es suficiente.

Mantener las fábricas de animales, disminuir sus desperdicios y consumir menos carne no elimina el sufrimiento innecesario que experimentan los animales. Se disminuiría la magnitud del sufrimiento, sí, pero esto sería análogo a haber mantenido la esclavitud y en lugar de permitir tener un número ilimitado de esclavos, reducirlo solo a cinco. Tampoco elimina la amenaza de las bacterias resistentes a antibióticos.

Necesitamos cambiar el modelo de producción de carne completamente.

¿Hacia dónde queremos ir?

El público debe de decidir si desea continuar en el camino actual, y solo lo puede hacer con la posesión completa de los hechos.
–Rachel Carson

Los hechos ya los poseemos: no hay decisión diaria que tomemos que tenga tanto impacto en el medio ambiente y en el sufrimiento animal como comer carne.

Tenemos dos opciones:

  1. Votar por la crueldad y destrucción ecológica, o
  2. Dejar de comer el 99% de la carne producida

Estar frente a estas dos opciones es como estar en un callejón sin salida. 

Es trágico y desolador que algo como comer un animal, tan enraizado en la naturaleza humana y en la cultura, tenga estos alcances tan devastadores para todos. Hablar sobre cómo alimentarnos de manera ética y sostenible va más allá de lo que se puede abarcar en este artículo, esto es solo el inicio de una conversación.

¿Es posible comer carne de tal manera que obtengamos sus beneficios nutricionales y al mismo tiempo minimizar sus efectos medioambientales, de sufrimiento animal y de salud global?

Es posible, pero aún no es una realidad tangible. Las opciones éticas de carne son mínimas y solo un pequeño porcentaje de la población tiene el acceso y el sustento económico para adquirirlas. Quien sea que abogue por carne ética, será vegetariano una gran parte del tiempo.

Si queremos un mejor futuro para el planeta, necesitamos cambiarnos a nosotros mismos. Podemos forzar el cambio al votar con nuestro bolsillo.

Si dejamos de comprar carne que degrada el medio ambiente, que pone en riesgo nuestra salud y que ocasiona sufrimiento innecesario, la industria se verá forzada a cambiar sus métodos y a buscar alternativas. Dos alternativas notables vienen en camino:

  1. Carne cultivada en laboratorios a partir de células. Se espera que llegue al mercado para el 2021, aunque solo en países desarrollados.34nota 
  2. Insectos como alternativa a la carne. Alrededor de 2 billones de personas ya comen insectos como parte de su dieta, pero en general el occidente se resiste a incorporarlos.35nota 

Con nuestro poder como consumidores también podemos acelerar legislaciones para que en un futuro ya no tengamos que decidir evitar la carne de fábricas animales. ¿Te imaginas un mundo donde toda la carne disponible sea sustentable?

Pero aún no llegamos a ese futuro. Para llegar a él, es responsabilidad de aquellos que tenemos la fortuna de escoger nuestra dieta de cuestionarnos cuál es el camino que queremos para nosotros y nuestro planeta.

Aprende a comer saludable de una vez por todas.

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21 comentarios en “Por qué no debemos comer el 99% de la carne”

  1. Juan Carlos Gomez Gómez

    Estoy intentando bajar mi consumo de carne, pero es difícil, sobretodo cuando intentas tener un aporte de 2.5gr de prote x kg con un metabolismo lento, donde usar más legumbres daría paso a una peor recomposición corporal…

    Un saludo.

    1. Sí, puede ser difícil. ¿Has intentado disminuir tu consumo de proteína a 1.8 g/kg? Hay evidencia de que no requieres tanta para mejorar tu recomposición corporal. Hace algunos meses escribí sobre eso aquí: https://fitnessvitae.com/proteina-cuanta-necesitas-mejores-fuentes-mitos/

      Puedes intentar hacer pequeños cambios que se irán acumulando con el tiempo. Puedes poco a poco sustituir carne por otras fuentes de proteína con mucho menor impacto medioambiental como ostiones y otros moluscos, lácteos (si los toleras), huevo, sardinas.

      Un saludo y ¡suerte!

  2. El artículo es muy interesante en cuanto que pone de manifiesto lo insostenible del consumo de carne, así como las implicaciones éticas derivadas del sufrimiento que imponemos a otros seres que sienten como nosotros.
    Sin embargo, la premisa de la que se parte, en mi humilde opinión, no es del todo correcta. Lo cierto es que los seres humanos no necesitamos el consumo de carne para sobrevivir y para prosperar.
    El argumento de que sin carne no hubiéramos desarrollado nuestro cerebro no es cierto y no tiene ningún fundamento: ello implicaría que los millones de personas en el mundo que no consumimos ni un gramo de proteína de origen animal deberíamos sufrir algún tipo de problema en nuestros sistemas nervioso.
    Es también discutible el hecho de que somos omnívoros. Pienso que somos unos animales que nos adaptamos a diferentes dietas, lo cual no quiere decir que idealmente debamos de comer cualquier cosa. Anatómicamente estamos diseñados para recolectar frutas y verduras, no para cazar. Por ejemplo tenemos manos prensiles, no garras; nuestras mandíbulas no están diseñadas para degollar o desgarrar miembros; es decir, el humano desnudo no sería capaz de sobrevivir de la caza si no dispone de herramientas (y fuego claro, nadie comería carne cruda y sangrienta, lo cual viene a demostrar que no somos depredadores), es decir, la caza no es natural, sino cultural.
    Lo cierto es que para que nuestra especie prospere, haciendo que nuestro consumo de recursos naturales sea sostenible y por tanto replicable para las generaciones futuras, deberíamos aceptar nuestro lugar en el ecosistema, que no es otro que el de un animal vegetariano cuya alimentación óptima es frutas y verduras.

    Para todos aquellos y aquellas preocupados por el consumo de proteínas, deberían considerar que los animales más parecidos a nosotros (los grandes simios – nosotros somos uno de ellos-) consumen entre un 5% y un 10% de sus calorías en forma de proteínas, alrededor de un 10% de las calorías en forma de grasas y alrededor del 80% de las calorías en forma de carbohidratos (es la composición aproximada de las frutas y verduras) y no creo que ninguno de nosotros crea que está más en forma o musculoso que un chimpancé o un gorila…

    Gracias por el artículo y por la posibilidad de expresar mi opinión al respecto.

    Abrazos.

    1. Hola Paco,

      Gracias por tu opinión. Entiendo tu postura, pero noto algunos errores en tu argumento.

      1. Sí hay evidencia que el crecimiento de nuestro cerebro se dio en parte a el consumo de carne.

      De acuerdo al antropólogo Craig Stanford, el desarrollo de un gran cerebro se dio no tanto por la calidad nutricional de la carne, sino por por el refinamiento de habilidades cognitiva requeridas para cazar en grupo y compartir la carne: “El intelecto requerido para ser ingenioso, estratégico y para compartir la carne fue la receta esencial que llevó a la expansión del cerebro humano”. Puedes leer más en su libro “Meat-eating and Human Evolution”.

      Aunado a esto, una mayor calidad de la dieta (gracias al consumo de carne y al cocinar con fuego) permitió que podamos mantener a un cerebro más grande (un tejido metabólicamente costoso que requiere 20% de nuestras calorías diarias) sin incrementos en la tasa metabólica. La única manera de mantener al cerebro sin requerir más calorías diarias fue reducir el tamaño de otro órgano: nuestros intestinos. Compensamos por un cerebro grande al desarrollar un tracto gastrointestinal más pequeño en relación con nuestra masa corporal (algo que no se observa en otros primates; otra diferencia es que ellos tienen el mayor volumen del intestino en el colon, el homo sapiens lo tiene en el intestino delgado). Puedes lees más de esto aquí: https://www.researchgate.net/publication/247940348_A_hypothesis_to_explain_the_role_of_meat-eating_in_human_evolution , https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/10918988 , y la referencia 1 del artículo.

      2. Anatómicamente sí estamos diseñados para cazar, pero no por las maneras obvias que uno piensa, como al usar garras o al correr rápido para alcanzar a una presa, sino por cualidades única del humano: bipedalismo, capacidad para disipar calor al sudar y resistencia aeróbica. La manera en que los primeros primates homínidos entraron al mundo de la carnivoría fue mediante la caza de persistencia durante el día (se estima que esto empezó hace 1.9 millones de años). Mientras que mamíferos cuadrúpedos buscaban la sombra, los primeros homínidos podían caminar y correr largas distancias a plena luz del sol. Durante las cazas de persistencia, un grupo de cazadores perseguían a un animal en el calor de medio día; éste galopaba para escapar y buscaba sombra para descansar, los cazadores lo rastreaban y lo volvían a perseguir; después de varios ciclos de perseguir y rastrear, usualmente por distancias de 10-15 km, el animal colapsaba por hipertermia. De hecho, este método de caza no requería casi nada de herramientas, solo algún garrote o alguna lanza sin filo. No fue hasta cientos de miles de años después que se comenzó a usar la lanza con filo y el arco y flecha. (Puedes leer más sobre esto en el libro “The History of the Human Body” de D. Lieberman.)

      3. La caza también es algo “natural”, si es que por “natural” te refieres a que es algo biológico. Algo que regularmente no se considera es que nuestra cultura cambia nuestra biología. Como ya lo mencioné, el cambio cultural de cazar, cooperar y cocinar con fuego nos permitió desarrollar un cerebro más grande.

      4. Es incorrecto lo que mencionas acerca de que «nuestras mandíbulas no están diseñadas para degollar o desgarrar miembros». De hecho, que hayamos desarrollados dientes más pequeños, músculos masticatorios más chicos y menor fuerza para morder se debe a la combinación de la agregación de carne a la dieta y al procesamiento de la comida con herramientas de piedra. Sin la carne, probablemente nuestra mandíbula no fuera como lo es ahora. Puedes leer más de eso aquí: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26958832

      5. Tiendes a mezclar el homo sapiens con el ancestro común que compartimos con otros primates, que era herbívoro (principalmente de frutas). Sin embargo, durante su camino evolutivo (que va desde nuestro ancestro común hasta los primeros homínidos) el homo sapiens surgió como una especie omnívora (dependiendo de su localización geográfica, algunos consumían más proteína animal, otros menos).

      6. No podemos determinar nuestros requerimientos de proteína a partir de otra especie. Mientras que somos similares a nuestros primos primates, no dejamos de ser especies diferentes con tractos gastrointestinales diferentes (como lo mencioné arriba). Para una salud óptima, la evidencia muestra que requerimos que alrededor de 20% de nuestros calorías diarias vengan de proteína. Aquí hablo de eso: https://fitnessvitae.com/proteina-cuanta-necesitas-mejores-fuentes-mitos/

      ¡Saludos!

    2. Carlos Schreyer

      Excelente comentario Guillermo Muñoz: muy sensato y racional. Faltaría agregar que algunos pueblos como los Hunzas (en el Tibet) antes de incorporarse a las costumbres occidentales, casi no probaban la carne y se alimentaban mayormente de dieta cruda por falta de combustible para cocinar. El resultado era que las únicas enfermedades que padecían fueron contusiones por escalar caminos escarpados pero nunca ni una apendicitis y su longevidad alcanzaba los 110 a 120 años ! Todo certificado por el (en aquel entonces) director de salud de la corona británica el Dr. Sir. Robert McCarrison. Ver su vida en Internet !!!

      1. Hola Carlos,

        Gracias por compartir.

        Soy algo escéptico acerca de las afirmaciones de la longevidad de los Hunza. Algunos escritores (https://nyti.ms/2EqY3EV) que han visitado el Valle describen que «su secreto para la longevidad era no mantener actas de nacimiento», y que esto ocasionaba que algunos adultos mayores sobreestimaran su edad por una o dos décadas. Además, el autor decía que debido a frecuentemente respirar aire de fogatas interiores los Hunza sufrían de bronquitis y otras enfermedades como cáncer.

        🙂

  3. Por eso la carne de toro de lidia es la más ecológica de todas las carnes y la que mejor y más honorable vida le da a los animales, pero aún hay «animalistas», «veganistas» y»vegetarianistas» que también se oponen a su producción y consumo (en España básicamente porque es un signo de identidad)ñ. Ladehesa produce una carne que a su vez. requiere y preserva un ecosistema mucho más rico en bioversidad que cualquier huerto «vegano» que se pueda uno imaginar, mucho más eficiente y mucho más semejante a la misma naturaleza que inventos raros como los que produce el veganismo.

    Todos los profetas de la antigüedad comieron carne, aunque solo fuera un día al año y eso significa que ética y moralmente, sacrificar un animal para nuestra supervivencia no es un crimen. Ahora bien, comer carne como un león entra en lo incorrecto, eso no haría falta decirlo porque es obvio.

    1. Ojalá toda nuestra carne viniera de ecosistemas como la dehesa.

      Y sí, sacrificar a un animal que vivió de acuerdo a sus tendencias naturales no es un crimen, es algo «natural». Pero tristemente, no hay nada de natural en cómo fabricamos la mayoría de la carne.

  4. Tomás Parra Pérez

    La solucion es controlar la superpoblacion, hemos pasado de 1600 millones de habitantes a mas de 7500 millones en la actualidad y se estima que la poblacion sostenible esta en torno a los 2500 millones.
    Ccriar a los animales de forma natural, al aire libre, con espacio y alimentados segun sus dieta naturales, no engordados con maiz y soja…
    I was wrong about veganism. Let them eat meat – but farm it properly
    The ethical case against eating animal produce once seemed clear. But a new book is an abattoir for dodgy arguments http://www.theguardian.com/commentisfree/2010/sep/06/meat-production-veganism-deforestation

    Cambiar nuestra dieta no es en modo alguno la mejor solucion, pues va en perjuicio de nuestra salud.

    1. Estoy de acuerdo, el problema que nos llevó a esto fue la sobrepoblación. Si la población no hubiera llegado a los niveles actuales, probablemente nunca hubiéramos producido carne de la manera en que lo hacemos ahora.

      Sin embargo, creo que el crecimiento poblacional es inevitable, el uso de fábricas animales para producir carne no lo es. Necesitamos cambiar el modelo de producción de carne completamente.

      Como dice el artículo que compartes, no hay de malo en comer carne, solo tenemos que producirla apropiadamente. Por desgracia, las opciones de carne producida apropiadamente (en términos éticos, medioambientales y de salud global) no son una opción para la mayoría. Dadas las escasas opciones, quien sea que abogue por carne ética, será vegetariano una gran parte del tiempo.

      No me quedó claro a que te refieres por “cambiar nuestra dieta no es en modo alguno la mejor solución”. ¿Te refieres a que debemos de seguir consumir carne producida intensivamente, a pesar de todas sus consecuencias, solo porque la carne es buena para nuestra salud?

      Si ese es el caso. Estoy en desacuerdo. Solo si cambiamos nuestra dieta al evitar carne producida intensivamente *hoy*, podremos de tener carne ética y sustentable *mañana*.

      ¡Saludos Tomás!

  5. Me parece un buen artículo, objetivo y documentado..la conclusión es la misma a la que llegamos ya muchos ganaderos en México..que ya hemos iniciado hace poco la producción de carne de bovino a través de métodos regenerativos. Lo mismo empezamos a cambiar la forma de procurarnos los vegetales que consumimos mediante su producción en huertos familiares. Hay que hacer mucha difusión para que la población empiece a no comprar carne «industrial» y así conducir la producción hacia una forma racional y sustentante.

    1. Hola César,

      Asumo que eres ganadero. Qué bueno que se esté haciendo consciencia de los impactos de la producción de la carne «industrial» y que se estén buscando alternativas a través de la agricultura regenerativa.

      Y sí, hace falta mucho difusión. Espero que éste artículo haya ayudado un poco.

      1. Una de las cosas que es muy importante tener en cuenta, es que la evolución en el tiempo de los ecosistemas se ha basado en las interrelaciones de sus componentes, de aquí que no sea posible regenerar o componer los grandes pastizales del mundo, mas del 50% de la superficie global, sin la participación de los grandes animales de pezuña, en nuestro tiempo, los bovinos.
        Estas manera de trabajar el ganado, la natural, permitirá restaurar las relaciones en los participantes del los pastizales, lo que a su vez permitirá que los suelos vuelvan a capturar carbono a una tasa mucho mayor a la que lo están haciendo ahora, contribuyendo asi no solo en el control de emisiones de gases de efecto invernadero, sino en la captura de las producidas por los demás emisores.
        También será necesario dejar de producir carne de forma industrial, no solo la de bovinos, sino la de cerdos y aves también..de modo de evitar las emisiones de «fabricas de gas» y de sus efectos tan nocivos. Estos costos (que ahora no vemos porque se enmascaran en multiples apoyos de gobiernos para combatir la contaminación) se traducirán, de manera inmediata, en incrementos al precio directo de los consumidores.. lo que de manera inmediata regulara el consumo y nos llevara a un nuevo equilibrio mucho mas sano..
        saludos

  6. Hola Guillermo. Qué articulo tan interesante y bien fundamentado.

    Una pregunta,

    Uno de los principales argumentos que encuentro en las personas que opinan que los humanos no estamos creados para comer carne, es la necesidad de cocerla.

    Hay gente que come la carne de res incluso con un poco de sangre. En estados Unidos es común el término medio. Sin embargo aun así implica cierto grado de cocción.

    Me gustaría conocer tu opinión al respecto.

    Saludos!

    1. Hola Eduardo,

      De hecho, la habilidad para cocinar con fuego hizo posible evolución del hombre. Sin esta habilidad nuestra especie, como actualmente la conocemos, tal vez no existiría.

      El primatólogo Richard Wrangham propone que el desarrollo de la habilidad para cocinar se asoció con en el crecimiento del cerebro humano y que también fue responsable de la evolución del sistema social humano. Fuente: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/10539941, https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/14527628

      ¡Saludos!

  7. Carlos Schreyer

    Respondiendo a todos aquellos que creen que no puede o no debe dejar de la ingesta de carne; Fui operado dos veces de un cáncer poco diferenciado (el peor de todos segun el oncólogo) de glándula salival. La segunda vez se trató de una recidiva del tumor primario, esto es: una repetición, lo cual es obvia en el cáncer, ya que se llama tumor maligno por su característica de recurrencia.
    Esta segunda operación se produjo en junio de 1978 en el Inst. Roffo de Bs. As., es decir que ya tengo una sobrevida de 40 años, sumamente inusual.
    Y esa sobrevida la adjudico a la abstinencia total de consumo de carnes !!! La proteina animal la obtengo por huevos y derivados lácteos. También mi dieta se compone de un 60 al 70% de ingesta CRUDA, ya que en la vida silvestre no hay ningún ser viviente que se alimenta de dieta cocinada.
    Soy un prueba viviente que sin carne SI SE PUEDE VIVIR, no solamente en forma normal, sino que con mejor salud que la «vida normal» del occidental. Dentro de pocos meses cumpliré 82 años, sin problemas oncológicos en todos estos años y aún mastico con dientes propios – Que tal ?

  8. Hola Guillermo,
    Efectivamente no hay duda de que seamos omnívoros (def: que se alimenta de toda clase de sustancias orgánicas, tanto animales como vegetales), pero no somos carnívoros puros. He leído en tus comentarios tu argumentación para pensar que somo carnívoros puros… como un león ¿no? Vale. ¿Donde están tus afilados caninos para diseccionar la carne que te comes? y ¿donde está tu sistema de mordida y mandíbula preparadas para poder comer la carne? y, por último, ¿dónde está tus enzimas para digerirla correctamente?. Siento mucho decirte que la ciencia afirma que:
    1. No, no tenemos dientes preparados para ello. 2. Nuestra mandíbula y mordida se parecen más al de un rumiante, sí como una vaca. 3. Es común que después de ingerir mucha carne nuestro estómago se sienta pesado.
    Parece con tu redacción que asumes que tenemos que comer carne para sobrevivir, cuando millones de personas en el mundo seguimos viviendo sin comerla. Así que ni nutricionalmente ni evolutivamente debemos comer carne. De hecho, si queremos sobrevivir, como especie que no aguanta las altas temperaturas, debemos reducir el consumo de carne al 100%, es decir, no comer carne.
    Otro detalle, en el paleolítico lo que nos hizo evolucionar como especie no fue comer carne si no, cocinar la comida gracias al descubrimiento del fuego, como bien apuntas. Lo que sí distingue a la fábrica de coche de la carne, es que en la primera no se trata con seres vivos sintientes y en la segunda sí.
    Que el precio de la carne sea tan bajo también tiene que ver con las subvenciones que recibe. ¿Sabías que con una dieta 100% vegetal podría terminar con el hambre en el mundo? Parece que no, porque apuntas que la carne ha sido la solución… Poco efectiva al parecer.
    No es que la agricultura contribuya SUSTANCIALMENTE es que es la PRINCIPAL razón y contamina más que toda la industria de transporte GLOBAL.
    “Cabe recalcar que la crueldad no está matar a animales en sí,” Sí, sí lo está. Puesto que no cazas tu propia comida, como explicas en el artículo, NO formas parte de esa cadena alimenticia. ¿Condenarías a alguien matando a un perro o a un gato? Las vacas, los cerdos y los pollos sienten igual, incluso tienen más inteligencia, que ellos. Por mucho que vivan en libertad, un perro o un gato también pueden vivir en tu jardín libremente y no por ello coges y lo matas, así que el argumento especista queda anulado. Efectivamente, no ligamos el animal con el plato ni siquiera tú que escribes esto diciendo que no es cruel matar a un animal.
    ¿Cómo vamos a alimentar al mundo? Muy fácil: con una dieta vegana 100%.

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